A los gatos, sobre todo los que viven en casas, les gusta que los entretengan. Aunque hayamos trabajado todo el día, a la vuelta nos espera un gato que ha dormido sus buenas horas y por tanto le da igual que solo queramos pasar el resto de la tarde en el sofá. Quien no entretenga a sus gatos ya habrá notado que ellos también pueden buscarse sus ocupaciones: arañar muebles, mordisquear plantas o dar vueltas como locos cuando ya nos hemos ido a la cama. Hay un juguete que a nuestro Garrus le gusta especialmente, y es el filtro del desagüe de la ducha, sobre todo si el aburrimiento lo asalta a eso de las 3 o las 4 de la madrugada. Como es metálico, hace un ruido que no pasa nada desapercibido en el silencio de la noche.
Así que es mejor jugar un poco con nuestras mascotas o proporcionarles algún juguete con el que puedan entretenerse un rato. A continuación hago una lista con unos cuantos juguetes que Garrus y Wrex ya han probado.
- Cat Dancer ¡para que el gato mueva el esqueleto! Este es un invento excepcional y fantástico, que a nuestros gatos les encanta: un simple trozo de papel atado a un alambre. Nos lo regalaron unos amigos, y a Wrex y Garrus los entusiasmó desde el primer momento. El alambre curvado permite un movimiento diferente del de otros jueguetes y suponemos que para un gato debe de verse como una mosca o algún otro insecto. Duró un par de meses, hasta que el papel comenzó a desprenderse y el alambre se dobló demasiado. Ahí se acabó el entusiasmo, pero entre tanto lo disfrutaron mucho, así que lo puedo recomendar, ya que es bastante económico.
- Puntero láser – (Mi puntero láser ya no se fabrica, pero este que enseño aquí es muy parecido). Con los punteros láser puede haber un inconveniente. Garrus, por ejemplo, se vuelve loco en cuanto aparece el puntito rojo: corre por el sofá, se sube por la estantería para gatos, baja de nuevo al suelo… siempre siguiendo el punto a toda velocidad. Y el problema es que nunca lo podrá atrapar, de manera que la frustración está garantizada. Cuando el puntero se apaga, Garrus sigue buscando el puntito durante unos minutos, y seguramente se queda muy disgustado, una vez más, por no haber conseguido atraparlo. Hice la prueba de dejarle golosinas sobre el punto rojo, pero sólo se comió las dos primeras y luego se quedó mirando la siguiente y el punto. Quizá sea porque los gatos no ven bien los colores o porque un punto inmóvil no tiene gracia. Puede que otros gatos no lo vivan como una derrota, pero en cualquier caso, no he querido causarle más frustraciones a mi Garrus. Además, el puntero láser se refleja demasiado sobre el suelo de madera y no quisiera correr el riesgo de hacerle daño en los ojos a mi bichito.
- Bola de golosinas – Se trata de una pequeña bola con un agujero para llenarla con aperitivos. Si quiere conseguirlos, el gato tiene que poner de su parte y hacerla rodar, lo cual requerirá más o menos esfuerzo según la amplitud de la abertura (que podemos regular) y la habilidad del gato. A veces, cuando llego a casa por la tarde, encuentro la bola debajo del sofá. Estos robustos juguetes duran bastante y me parecen muy útiles, ya que siempre le proporcionan a nuestra mascota una posibilidad de entretenerse.
- Cojines de valeriana y hierba gatera – Habrá gatos a los que no les guste la hierba gatera, pero a los nuestros les encanta, así como la valeriana. Se revuelcan en el suelo y, pasados unos minutos, se tranquilizan y dejan tirado el cojín lleno de babas. Según lo que he podido leer, la hierba gatera (o también “gatuna”) es inofensiva para estos animales, así que no veo ningún motivo para negarles el juguete. De todos modos no es algo que quiera darles siempre, entre otras cosas porque luego huelen toda la tarde a valeriana.
- Circuito con bola – Aunque el circuito se puede montar de diferentes maneras, de forma que la bola no repita siempre el mismo recorrido, lo cierto es que a nuestros gatos no les impresiona demasiado. Tras rebuscar un poco, pierden rápidamente el interés, quizá porque la bola se encuentra encerrada en el tubo y al final nunca pueden alcanzarla. Como ocurre siempre con los juguetes, todo dependerá de quién los use, y por algunas reseñas de este producto sé que algunos gatos no se cansan de jugar con él.
- Circuito circular con bola – Otro juguete que al cabo de unos minutos dejó de despertar intrés en nuestros gatos, incluso aunque conseguían atrapar el ratón.
- Túnel para gatos – Recubierto en su interior con un papel, hace un ruido crujiente cuando el gato se mueve por él. A Garrus y Wrex comenzó gustándoles mucho, aunque ahora raramente lo usan.
- Caña “de pescar” – Hay diversos juguetes de pesca que pueden entretener bastante a un gato. Garrus se pone al acecho, los atrapa y luego vuelve a dejarlos. Wrex corre tras ellos, los caza de un salto y finalmente se los lleva a rastras, sin importarle el ruido que hacen contra el suelo. Una caña es una buena posibilidad para jugar CON el gato, en lugar de dejarle algo para que pase el rato a solas. Según cómo estén fabricados, pueden durar bastante. El favorito de nuestros gatos es la caña con tiras de cuero, si bien los juguetes con plumas también les gustan bastante. Cuando eran más jóvenes llegaron a desmontar una caña, pero ahora se han vuelto más tranquilos. Por lo que he podido ver, en general las cañas con materiales muy delgados no son muy duraderas, aunque cumplen de todos modos con su fin de entretener.
- Manta de premios – Esto puede ser interesante si andamos buscando un juguete para que el gato se distraiga sin correr de un lado para otro, aunque esa tranquilidad no va a ser precisamente “acústica”, ya que crujen con cada movimiento. Y está bien que sea así, pues se trata de que el gato se divierta. En los agujeros podemos colocar algunas golosinas que el gato deberá extraer con sus patas. Colocarlas puede resultar un tanto complicado, pero vale la pena, teniendo en cuenta que le llevará un buen rato sacarlas. La manta es una buena idea, aunque no la recomendaría para un piso de una sola habitación si queremos que el gato la use mientras queremos ver la televisión.
- Ratón de juguete – En mi humilde opinión, estos ratones no le pueden faltar a ningún gato. Aunque pierdan interés relativamente pronto y al cabo de un tiempo nos veamos con diez de estos juguetes debajo del sofá, los gatos siempre vuelven a encontrarlos y con gran regocijo reanudan la caza y los lanzan por los aires. Es sin duda la manera más económica de darles diversión a nuestra mascota: se encuentran en cualquier tienda de animales y cuestan alrededor de un un euro. A mis gatos les encantan los ratones de consistencia dura, que traquetean al arrastrarlos por el suelo. Ya han destrozado algunos, de los que ha quedado solo el interior de plástico. Si el ratón que ya no les llama la atención es de tela, lo podemos dejar unos días dentro de un cojín de hierba gatera y volvérselo a ofrecer: su entusiasmo estará garantizado.
- Pez con hierba gatuna – Nuestra vecina, que también tiene un gato, nos trajo un día uno de estos peces. ¡Nos quedamos un poco a cuadros cuando abrimos la puerta y nos encontramos ahí con un pez que parecía de verdad! Están rellenos de hierba gatuna y supongo que por eso a los gatos les gustan tanto. Por lo demás, no son un juguete muy “dinámico”, ya que no se lo puede lanzar fácilmente por toda la casa. Como ocurre con cualquier cosa que tenga hierba gatuna, con este pez retozan un rato sobre el suelo, llenan todo de babas y luego vuelven a ignorarlo.
- Zoing – En principio se trata de un simple tubito de plástico que se puede presionar para que salga disparado al soltarlo. Lo encargué por curiosidad una vez que compré comida para gatos, ¡y resultó ser todo un éxito con Garrus y Wrex! Sin pensárselo un instante se pusieron a cazarlo por todo el piso. Por solo un par de euros valió sin duda la pena.
- Clicker – Un “clicker” es un juguete para gatos, pero que requiere también nuestra participación. Compramos el Katzenklickerbox (en alemán – también hay algo similar en inglés) que, además del clicker, incluye un libro que explica cómo enseñarle trucos al gato. Hay quienes piensan que este tipo de condicionamiento es antinatural para los gatos. Sin embargo, cuando el gato se ha acostumbrado al clicker, cada conducta positiva se convierte en un éxito que le proporciona una gran satisfacción. Estos aprendizajes contribuyen a desarrollar el cerebrito del gato, lo cual nunca está de más. Por otra parte, quien con un simple sonido consiga que el gato se meta en su caja, lo tendrá mucho más fácil cuando tenga que llevarlo al veterinario. Nuestros gatos han aprendido a dar la pata, sentarse, correr detrás de un lápiz y subirse a una mesa.
- Palo con cable enrollado – Este es el juguete favorito de Garrus, lo que confirma su condición de gato clásico: por muchos juguetes caros que se les compren, al final los felinos suelen quedar fascinados por este simple artilugio. Un poco de cable basta para hacerse uno de estos juguetes en casa. ¡Garrus lo persigue como un loco!
- Arnés y correa – Como este blog está básicamente dedicado a gatos caseros, poco acostumbrados a vagar en libertad, quisiera por último mencionar los arneses y correas. Hay gente que saca el gato a pasear. Con un clicker es posible hacer que el gato se acostumbre al arnés y, poco a poco, sacarlo afuera. Desgraciadamente, no tenemos un jardín para habituar los nuestros al exterior, y en la zona en que vivimos hay muchos perros, de manera que hemos limitado los paseos a la escalera del edificio. Una amiga mía tiene un gato al que saca regularmente a pasear, y le ha terminado por gustar, hasta el punto de que él mismo ahora lo pide (lo cual tampoco es ideal). Quien confíe en sí mismo y en su mascota, puede descubrir así todo un mundo de posibilidades: nuevos olores, nuevas plantas o incluso, si es un gato tranquilo, conocer gente. En general me parece una buena idea, aunque por tratarse de algo poco habitual, puede que algún vecino nos mire raro… ¿Pero qué más da? ¡Queremos hacer feliz a nuestra mascota, no al vecino!
Bueno, espero haber dado un amplio repaso a diversos juguetes que pueden entretener a nuestros gatos. Quizá os decidáis a comprarle uno al vuestro y, aunque siempre puede ocurrir que alguno no le guste, una actividad novedosa nunca viene mal. Llegado el caso, si el juguete rechazado se conserva en buen estado, siempre podréis darle una alegría regalándoselo al gato del vecino o al refugio de animales.
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